lunes, 5 de octubre de 2015

Herencia


Seudónimo: Corazón de piedra.
Autora: Soeldad Fernández.


Lo abrazaste con fuerza mientras que su sangre tibia escurría entre tus manos. Tu corazón latía rápido. Minutos antes la ira te había invadido, pero ya no. Ahora el enojo fue reemplazado por tristeza, mucha.
Lo dejaste en el suelo y lo observaste. Ahora que lo veías ahí tendido sentiste algo, poder. “Quizás así fue para él”, pensaste y eso te asustó. “Al menos ahora el mundo será un lugar más justo”, te consolaste.
Caminaste en círculos, alrededor del moribundo ser. Por un instante te arrepentiste. Después de todo él era tu hijo. Pero no podías permitir que todo siguiese igual. No. Debías rectificar lo injusto de sus actos. Y lo hiciste.
Una lágrima se te escapó, recorrió tu piel manchada de sangre y se estrelló en la carne del agonizante joven. De quien debería haber heredado tu vida, tus privilegios, tu buen nombre. Suspiraste. La lágrima continuó su camino y se mezcló con su sangre. De golpe, sentiste el peso de los años y los pecados de tu hijo se hicieron tuyos.
Devastado, te sentaste en un rincón. Pediste perdón a las jóvenes asesinadas por tu cruel descendiente, tomaste el arma y sin titubear, te quistaste la vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario