sábado, 19 de octubre de 2013

Un pueblo en marcha (Los gitanos)



Por Ricardo José Vega.


LOS GITANOS 
…” Se hace camino al andar…”
Antonio Machado 

Estaba yo, que en la época contaba con 9 o 10 años, pasando unos días campestres, en un tambo de amigos de mi familia, cuando una mañana fresca, de verano , noté una excitación inusual en los peones, que hablaban y gesticulaban agitados.
Pregunté la causa y uno me informó:

” Los gitanos…llegaron los gitanos.”!

Corrí hasta la tranquera y en ella me encaramé…fue entonces que por vez primera, los ví pasar en caravana informal, lenta y sinuosa;…aunque no sabía exactamente quienes eran, comprendí en seguía que se trataba de un pueblo en camino…
A eso de la Oración, supimos que habían acampado a menos de media legua…y ya de noche escuchamos la música que el viento nos traía…a veces fuerte y firme y a veces lejana y melancólica.
Tres peones decidieron ir a caballo, a curiosear, y me llevaron en un petizo manso que yo montaba siempre.
A prudente distancia vimos entre los árboles del bosquecito que habían elegido, las llamaradas de tres hogueras no muy distantes una de otra y figuras danzando algo que tenía reminiscencias de flamenco andaluz.
El humo, campestre… impregnado de olor a guisado, pasto y leña, exaltaba la imaginación.
Fue para mi una de las Mil y una noches.
Ya adolescente me informé sobre el origen hindú,( Dravidas y Romaníes ) su emigración y diáspora …sus caminos asiáticos (Rusia profunda), europeos ( Hungría , España), africanos …(Egipto, Libia , Marruecos)
El poema de hoy es un condensado de todo ésto y de la fascinación que siempre causa …a los que amamos la libertad y sentimos el llamado de los caminos, verlos pasar en busca de horizonte…
Les tengo un respeto enorme y se los presento hoy, como se presenta un amigo…a otros amigos.

…..” tiré mi espejo al camino

y se me llenó de cielo…”

UN PUEBLO EN MARCHA 

Los perros flacos
llegaron antes,
con su jadeo,
correría y pelea,
y al trote blando
van explorando
las transversales
antiguas calles
y sus veredas.

Llegan los hombres:
gestos altivos,
despreocupados;
sombrero aludo
dientes dorados
–ningún saludo–
vienen margeando
las arboledas.

Después, las coloridas
amplias polleras
las trenzas gordas,
dorados aros
( casi redondos,
casi ovalados),
labios carnudos
dientes iguales
bien nacarados ;
y aquellos ojos
de acero y humo
de ensoñaciones
y de presagios
–que son azules
como zafiros
o entonces negros
como naufragios –

Al paso lento
van las gitanas,
viejas y jóvenes
siempre altaneras,
cargando niños,
sueños y ojeras;
tienen videncia…
son cartomantes
de antigua ciencia…
son parlanchinas
y misteriosas
y bullangueras.

Invocan la suerte
no hablan de Muerte
y por lo bellas
son de sus dioses
las mensajeras.
Respiran luna
y aman el sol
que son las marcas
contradictorias
de su vivencia
en suelo español.

En la alta noche
prenden hogueras
y antiguas danzas
bailan descalzas
como si fueran
a levitar….
cuando un rapsoda,
alcoholizado ,
llega por fin…
y les devuelve
todo el pasado…
en la melodía,
de su violín.

Encarnan lo fantástico,
lo fatídico
y lo irreal.
Algo de circo
y de caravana
repite un ciclo,
ya inmemorial;

queda flotando
en la tierra vana
un vano aroma
de eternidad.

Resurge la India,
Persia y Hungría
el viejo Egipto
y Andalucía
con su pobreza
y su dignidad.

Son vieja raza
que hace camino
como empujada
por cruel destino…

que la condena
a la Libertad !

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