martes, 26 de junio de 2012

Las heridas pueden sanar, pero pase lo que pase siempre hay que darle para delante.


Por Camila Carbel.


Acababan de llegar a la casa, ya no podían contener más las ganas. Fueron directamente hacia la habitación de él.
Progresivamente la temperatura fue subiendo entre la joven pareja. Mientras no dejaban de besarse y decirse tiernas palabras de amor.
Exequiel dejo un momento de besar a su novia, recostada en la cama, para sacarse su remera, pero se había olvidado de un pequeño detalle. El ventilador de techo estaba encendido y al levantar los brazos para quitarse la remera, uno de sus dedos se metió en el camino de una aspa a toda velocidad.
Luego de revisar la herida y comprobar que no era nada grave, el susto inicial dejo paso a las risas. Pero el clima se había roto.
—Vamos a comprar algo, tengo hambre —Propuso con una sonrisa la chica.
Exequiel, no tenía hambre, pero no podía resistirse a la sonrisa de su novia.
—Bueno, gorda. Vamos.

FIN



1 comentario:

  1. Vaya!! Este sí me pareció gracioso!! Con algunas fallas ortográficas que seguramente Bassa habrá apuntado de manera extensa y perfecta (gracias, Bassa, por darte siempre ese tiempo para permitirnos corregir nuestros errores y aprender para ser mejores).... solo que me parece que el chico o tendría el brazo demasiado largo, o de plano estaban queriendo hacer cositas en la litera de arriba!
    Felicidades al autor!

    Angie Leal R.

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