miércoles, 25 de abril de 2012

Con aroma a Vino


Por Leonardo Chirinos.



  La viuda reía en el gran salón, sus carcajadas rebotaban en las paredes convirtiéndose en lamentos que paseaban por la casa. Con su pálida mano hacía girar una copa frente a sus cristalizados ojos. La aproximó a su nariz y aspiró el aroma del espeso líquido rojizo atrapado en el costoso cristal. Llevó la copa hasta sus labios y tomó de ella dejando escapar la bebida por la comisura de sus labios. Junto a la mujer estaba el robusto cadáver de su esposo con una enorme herida en su garganta de donde manaba el espeso líquido con aroma a vino.

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